Sólo hay una cosa en la que discrepo con la ciencia moderna y es que, al menos para mí, el tiempo no es lineal. He caminado demasiado en círculos como para pensarlo.
Este año, como todos los anteriores, se me está haciendo demasiado corto. Los segundos, los dias, los meses, vuelan mientras yo apenas siento cambios, a veces hasta me preocupa el no saber en qué día estoy. Escuché una vez una frase que me llamó bastante la atención: "Muchos dicen que la gente madura, pero yo todavía no he visto a nadie hacerlo". Relata bastante bien la forma en la que veo la realidad.
Tomé la decisión de que mi cumpleaños sería el mejor de todos, y que estaría con la gente que quiero. No he podido equivocarme más estrepitosamente. Me ha faltado gente que se fué, gente que nunca ha estado, gente que no he llegado a conocer aún. Este cumpleaños ha sido increíble, pero no ha sido mi mejor cumpleaños... porque si sigo acompañado con las mismas personas, el del año que viene será mejor, pero peor que el siguiente, porque cada año con mis amigos es más increíble.
Ayer no fue un día cualquiera, fue un día especial. Fue un día en el que el mayor regalo fue la presencia de mis mejores amigos, fue un rato a oscuras en un restaurante de comida basura, fue una forma erótica y otra friki de conocerme. Todos han aportado su grano de arena para hacer de un dia cualquiera un día especial.
Mi deseo este año ha sido más egoísta, pero sobre todo más conveniente.
Tal vez con 20 años cambie, tal vez no. El tiempo lo dirá.
He decidido dejar de ser tan sólo un satélite y brillar por mí mismo como una estrella.
Ayer no fue un día cualquiera.
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