jueves, 29 de julio de 2010

Un día cualquiera

Sólo hay una cosa en la que discrepo con la ciencia moderna y es que, al menos para mí, el tiempo no es lineal. He caminado demasiado en círculos como para pensarlo.

Este año, como todos los anteriores, se me está haciendo demasiado corto. Los segundos, los dias, los meses, vuelan mientras yo apenas siento cambios, a veces hasta me preocupa el no saber en qué día estoy. Escuché una vez una frase que me llamó bastante la atención: "Muchos dicen que la gente madura, pero yo todavía no he visto a nadie hacerlo". Relata bastante bien la forma en la que veo la realidad.

Tomé la decisión de que mi cumpleaños sería el mejor de todos, y que estaría con la gente que quiero. No he podido equivocarme más estrepitosamente. Me ha faltado gente que se fué, gente que nunca ha estado, gente que no he llegado a conocer aún. Este cumpleaños ha sido increíble, pero no ha sido mi mejor cumpleaños... porque si sigo acompañado con las mismas personas, el del año que viene será mejor, pero peor que el siguiente, porque cada año con mis amigos es más increíble.

Ayer no fue un día cualquiera, fue un día especial. Fue un día en el que el mayor regalo fue la presencia de mis mejores amigos, fue un rato a oscuras en un restaurante de comida basura, fue una forma erótica y otra friki de conocerme. Todos han aportado su grano de arena para hacer de un dia cualquiera un día especial.

Mi deseo este año ha sido más egoísta, pero sobre todo más conveniente.

Tal vez con 20 años cambie, tal vez no. El tiempo lo dirá.

He decidido dejar de ser tan sólo un satélite y brillar por mí mismo como una estrella.

Ayer no fue un día cualquiera.

domingo, 25 de julio de 2010

Algo para pensar

Ante todo tengo que decir que ésto es simplemente mi opinión.

Hace unos años leí por primera vez las leyendas de Bécquer, Romeo y Julieta, La vida es sueño y muchos libros de los "clásicos" que nos reflejan el amor ajeno, que lo llevan al extremo más superlativo, de hasta dónde podría llegar el ser humano por querer a otro. Tal vez por aquel entonces el amor era simple de expresar, pero hoy en día, no es tan sencillo.

Si pensamos en la ciencia, sabríamos que toda teoría necesita su demostración: El que escribe en un papel tiene que haber aprendido a escribir, el que toca el piano debe conocer las notas, incluso hablamos porque hemos escuchado a otra gente hablar pero... ¿Podemos decir que queremos?

Hemos tenido una infancia Disney, donde los buenos ganan (siempre), las princesas acaban con príncipes azules que lo tienen todo y los malos siempre acaban mal. Arrastramos esos cánones hasta que la realidad nos pega un bofetón en la cara, y es ese momento al que llamamos ADOLESCENCIA. Es cuando nos damos cuenta de que no estamos en el siglo XVII, ahora los príncipes se pavonean de cuantas camas han visitado, de cuántas "princesas" han llegado a conquistar y sí, en el fondo son todos unos gilipollas y las princesas escuchan a Andy y Lucas, tienen los labios atravesados con piercings, llevan hulla-hops metálicos en las orejas y tienen más peligro que todos los malos de las pelis Disney juntos.

¿Cómo podemos decir que queremos? El amor está completamente sobrevalorado. Si hemos nacido para querer, entonces ¿por qué tenemos la duda tan arraigada en nuestro instinto? ¿Cómo podemos decir que queremos si pensamos en la posibilidad de que nuestra vida sea mejor con otra persona o simplemente con la ausencia de nuestra pareja? ¿Quién puede imaginar al príncipe de Blancanieves discutiendo con ella, yendo a llorarle a la Bella Durmiente y liarse con ella en la cama? Este amor ni es puro, ni es amor.

Considerad este ejemplo:
"Si un hombre nada en una piscina, lo primero que nos viene a la cabeza es que la piscina está llena de agua, pero si llenamos una piscina de leche con cola-cao y metemos a un hombre para que nade... Si el hombre está nadando en la piscina, ¿Quiere eso decir que la leche con cola-cao es igual que el agua?"

Lo que quiero decir con esto es que sabemos que el amor, como un sentimiento que es, es algo irracional. Si sentimos algo irracional que hace que una persona nos atraiga... ¿Quiere eso decir que el cola-cao es agua? ¿Quiere decir que porque sea irracional tiene que ser amor? Yo no lo veo así. ¿Cómo puedo decir ahora, con 20 años, que quiero a Fulanica si quizás dentro de 2 años quiera a Menganica? ¿Vamos a seguir repitiendo una y otra vez que "lo que siento contigo no lo he sentido nunca"? ¡¿Cómo podemos ser tan superficiales?! Mientras exista la posibilidad de buscar a otra persona, o de que ésta nos encuentre, mientras haya tiempo para dudar, no existirá el amor, tan sólo un retazo de lo que nosotros creemos que es. Pienso que decir: "¡El amor es asi, impredecible!" es una estupidez. Por eso el amor de mi vida no será una novia, ni siquiera mi mujer, sino aquella persona que esté a mi lado, en mi último aliento cogiéndome de la mano porque entonces diré "Te amo", porque no existirá la hipocresía, porque no hay nadie a quien pueda querer más ni dudas que puedan haber porque no tengo tiempo para dudar... Y sé que no mentiré, y sé que no será un amor falso, tal vez sea una mujer a la que haya conocido en el asilo, o la misma mujer con la que me casé o incluso mi novia actual... Entonces será un amor que no tendrá cabida para la mentira, para la falsedad ni para la duda. Pero mientras haya la más mínima posibilidad de que ese amor sea falso, de que seas la persona con la que no sentiste tanto como con la que has conocido después, entonces...

¿Cómo podemos decir que queremos?